Según el nuevo informe de la OCDE Panorama de la educación, la tasa de paro de los graduados universitarios en 2013 no llegaba al 15%, la de las personas con ciclos formativos de grado superior era de alrededor del 22%, la de las personas que solamente han cursado la educación obligatoria era más del 30% (y las diferencias han sido parecidas desde el año 1977). Si miramos otros indicadores, como la probabilidad de tener un contrato temporal, vemos que cuanto más educado hay menos probabilidad de tenerlo. Y, además, los salarios son más altos cuanto mayor es el nivel de educación, del orden de un 40% más para los graduados que los que tienen Bachillerato y casi otro 20% más entre Bachillerato y Secundaria Obligatoria.
Pero, curiosamente, eso es un motivo para estudiar más. Porque contrariamente a lo que algún (mal) estudiante parece pensar, el mundo no se acaba con el título; lo que se sabe también importa. El informe de la OCDE aporta un dato interesante en esta dirección. En lugar de mirar tasas de paro solamente por nivel educativo, las miran por nivel de competencia educativa (Comprensión Lectora y Matemáticas). De los adultos con un nivel de competencia 4/5 (el más alto) el 83% estaban empleadas, el 7,2% estaba en paro y el 10% formaba parte de la población inactiva. De las personas con nivel de competencia 1 o inferior, el 50% están empleados, el 16,5% se encuentran en paro y el 34% están inactivos.
Lo que seguro que no sirve de nada es NO estudiar